Por Carlos G. Reigosa
Villaba (Navarra), 29 nov 95 (EFE).– Miguel Induráin, que agota la espera de ser padre por primera vez, comenzará la nueva temporada ciclista, el próximo 1 de diciembre, con un único objetivo fijo: intentar ganar el Tour de Francia por sexta vez consecutiva.
“El Tour es, para mí, la mejor carrera del mundo, la que más puede dar, pero también la que más puede quitar. Mi participación en otras competiciones se supeditará al objetivo de estar a tope en la carrera francesa”.
En unas declaraciones al director de Información de EFE, el ciclista navarro reflexiona sobre su próxima paternidad, sobre el éxito en el ciclismo y en la vida, sobre sus planes más inmediatos y, sobre todo, acerca del Tour de Francia, en el cual, en caso de vencer en 1996, establecería un récord que bien podría resistir el embate de muchas décadas e incluso de algún siglo.
Pregunta.- Induráin será padre por primera vez en los próximos días. Lo que siente en esta espera ¿tiene algo que ver con los momentos que preceden a una carrera?
Respuesta.- No. A la carrera ya estás acostumbrado. Te pone más tenso o más nervioso, pero ya sabes lo que es. Esto otro es nuevo; tienes la idea de lo que viene, pero que no sabes cómo lo vas a recibir, cómo lo vas a sentir, qué te va a cambiar. Ves que te va a variar un poco la forma de vida, como te cambia con el matrimonio, como te va cambiando la propia vida, pero no sabes hasta qué punto.
P.- Tener un hijo ¿influirá de alguna forma en tu comportamiento como ciclista?
R.- No, creo que no. Quizás cambie que no me apetezca salir tanto, hacer tantos viajes. Pero, de cara a rendir en la profesión, creo que no. A mí lo que me gusta del ciclismo es el ciclismo, y lo que no me gusta son los viajes. Pero ya llevo varios años así, y tendré que seguir asumiéndolo igual que hasta ahora. En esto no habrá cambios.
P.- ¿Qué espera todavía Miguel Induráin de Miguel Induráin, sobre la bicicleta?
R.- Siempre me planteo objetivos, carreras, que cada año son nuevas, porque, aunque sea un Tour, cada año es una vivencia, una forma de correr, otros rivales, todo cambia. ¿Qué espero? Pues seguir trabajando, seguir ganando carreras. Es mi profesión. Seguir ganándome la vida con ello. Esto es lo que realmente quiero. También hay momentos en los que disfruto, pero son ya menos que cuando lo hacía por placer, porque me gustaba a mí mismo. Ahora se mezcla más el trabajo.
P.- El éxito, con el que convives, ¿te produce algún recelo, algún temor?
R.- No, ya lo tengo asumido; y sé que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Hasta ahora me va bien, pero si algún día se acaba, lo tengo asumido. El éxito tiene su lado bueno: haces cosas que no harías en la vida normal, como viajar, visitar lugares, conocer personajes, etc. Pero tiene otro menos bueno: no llevas la vida normal de tus amigos, de tu gente conocida. Cosas buenas y malas. Al principio, cuando te llega, el éxito es difícil de digerir, pero si lo digieres, es bonito.
P.- El éxito y el fracaso, decía Kipling, son dos impostores.
R.- Sí. Nunca eres ni tan bueno como mucha gente dice, ni tan malo como te ponen otras veces.
P.- Tengo la impresión de que le das poca importancia al éxito, quizás porque piensas que no está sólo en el ciclismo…
R.- Hay éxito en muchas partes de la vida, pero en mi carrera deportiva le doy la importancia que tiene. No es tanta como la que le dan los medios de información, que solo ven el éxito máximo y el fracaso total. Para mí hay muchos límites intermedios.
P.- Está claro que no es lo mismo ganar que perder. No se siente lo mismo, ¿no?
R.- No, no se siente igual. Viene mejor ganar y tener éxito.
P.- ¿Te gusta más el calor que te llega de los jóvenes o el que te llega de los mayores?
R.- Quizás el de los jóvenes-jóvenes y el de los mayores-mayores. Creo que el sentimiento de los chavales y el de la gente mayor es más profundo. Pero me gusta ver que todos disfrutan con el ciclismo.
P.- Cuando Pedro Delgado era el jefe del equipo, ¿era más cómoda la vida que ahora? ¿Qué cambia fundamentalmente cuando uno pasa a ser jefe de filas y el responsable de las victorias y derrotas del equipo?
R.- Antes era más cómoda la vida, sí. No tenías más responsabilidad que prepararte para tu trabajo y hacerlo bien. Después, cuando llegas adelante, la responsabilidad aumenta: estás todo el día en tensión, con entrevistas, viajes y todo eso. Pero también puedes hacer las cosas que te permite el éxito.
P.- A medida que uno obtiene más victorias, ¿tiene más miedo a perder?
R.- Los demás, no lo sé, pero yo no. Yo, cuando más gano, más tranquilo estoy. Ves que consigues cosas, que vas llenando un cupo y sabes que eso ya nadie te lo quita. Después, cuando vengan las derrotas, con ese cupo de victorias, las aceptas mejor porque las derrotas tienen que llegar en algún momento.
P.- ¿Tiene ahora Induráin más temor a no ganar el sexto Tour del que tuvo en su día a no ganar el primero?
R.- No. El primero fue una confirmación de que iba progresando y de que esa progresión iba bien. Ganar el primer Tour, para mí ya fue suficiente. Con todos los que han venido detrás, pues más contento todavía. Pero yo ya estoy contento con lo que he conseguido.
P.- O sea, que no tiene temor a no ganar el sexto.
R.- No, no.
P.- ¿Se ve Induráin ganando dos Tour más?
R.- No lo sé. Lo veo complicado, lo veo difícil: siempre el Tour lo veo muy difícil.
P.- Sería salirse de la Historia ¿no?
R.- Yo creo que cinco es ya difícil de repetir ¿no? Yo diría que uno es igualar ¿no?, con cinco, estás fuera de las cosas normales. Si ya gano dos más, yo creo que sería irrepetible.
P.- ¡Sería fantástico! ¿Te ves con fuerzas?
R.- Yo lo que veo es que tengo que trabajar duro, si quiero luchar por el próximo Tour. Luego, que lo gane o no, dependerá de las circunstancias.
P.- Pero sí se puede afirmar que vas a correr dos Tour más ¿no?
R.- Por lo menos el año que viene, sí, porque he firmado contrato para un año, y mi idea es prepararme para ello. Lo del año siguiente… ya veremos.
P.- Una hipótesis: ¿Se ve Induráin perdiendo un Tour e intentando de nuevo la victoria en el siguiente?
R.- Sí, yo creo que sí.
P.- ¿No interrumpiría tu carrera?
R.- La interrumpiría, porque hasta ahora la llevo impecable, ¿no? Pero ya perdí, no un Tour, sino un Giro, que también es una gran vuelta; perdí y moralmente no me vine abajo. Luché con todas mis fuerzas: los rivales fueron mejores o yo tuve fallos que no me permitieron ganarlo, pero luego seguí trabajando con la misma moral.
P.- En el caso del próximo Tour, ¿te molesta que se te dé ya como vencedor?
R.- De salida, lo tienes perdido, y lo que hay que hacer es ganarlo. Eso de que la gente lo dé por ganado es, quizás, porque estamos como demasiado acostumbrados, y entonces parece fácil. Pero, para mí, es dificilísimo. El Tour hay que ganarlo día a día, con el trabajo.
P.- Una pregunta sobre el Campeonato del Mundo. Muchos aficionados y no aficionados elogiaron tu comportamiento solidario en esta carrera. Pero también hubo personas que mostraron su decepción al percibir que no hiciste todo lo posible por ganar. ¿Qué les dirías estos seguidores tuyos, que quieren tener en ti al mejor ciclista de todos los tiempos?
R.- Ahí entran los sentimientos hacia una persona, hacia un corredor…
P.- Pero ellos vieron que no saliste detrás de Olano.
R.- Bueno, yo intenté ganar. Yo quería ganar, pero en una carrera se producen diversas situaciones. La gente te vigila, esperan un poco a ver lo que haces y, cuando salió Olano, quizás tardaron en reaccionar. Para mí, se trataba de un compañero que estaba haciendo su trabajo, como antes lo habían hecho otros, y no iba a ser yo el que tirase.
P.- Pero los otros no reaccionaron porque Induráin no reaccionó.
R.- Yo estaba respetando un trabajo de equipo, como lo habá hecho Escartín o como lo había hecho Jiménez; y en este caso lo estaba haciendo Olano. Los que no reaccionaron fueron los otros, las otras selecciones, que no lo alcanzaron. Olano estaba haciendo un buen trabajo, estaba rompiendo la carrera. Eran los otros los que se tenían que desgastar y yo aprovecharme de ese esfuerzo. Si lo llegan a cazar, para mí estaba fácil el Mundial. Pero no lo alcanzaron.
P.- E Induráin no ganó, aunque se le veía sobrado de fuerzas.
R.- Lo que ocurre es que esta carrera rompe la filosofía habitual. Durante todo el año luchas contra Olano, contra Escartín, contra otros corredores, pero, de repente, un día son compañeros tuyos. Y ese día yo estaba respetando el trabajo de un compañero. Esta es la regla de oro del Mundial y hay que respetarla o no ir. Hay corredores, como Rominger y otros, que no van al Mundial, porque no van a trabajar para otro, y dejan esta competición.
P.- Pero, tan cerca de la victoria, ¿no sentiste algo de pena?
R.- Hombre, sientes que estabas cerca, que podías ganar, pero esa sensación ya las tuve otras veces. En realidad, en tres ocasiones estuve a punto y se me escapó.
P.- Olano ¿te dio las gracias después de…ver los vídeos?
R.- No he estado con él todavía. Me dio allí las gracias, la enhorabuena y eso, y hablamos un rato.
P.- ¿Hay alguna cosa del ciclismo que, de ocurrir, te llevase a retirarte?
R.- Sí, que no me viese con ilusión ni con fuerzas para prepararme. Lo duro del ciclismo no es la carrera en sí. La carrera es dura, pero lo más duro es alcanzar la motivación para entrenarse solo, tantos kilómetros, tantos esfuerzos. No encontrar esa motivación, para mí, sería dejarlo obligatoriamente. Sin motivación, no tiene sentído seguir.
P.- De momento ¿esa motivación la encuentras con facilidad?
R.- Hasta el año pasado, la he conseguido. De ahora en adelante, pues no lo sé. Estos días estoy descansando.
P.- En tu carrera ¿qué parte atribuyes a la suerte y cuál a tu propio esfuerzo?
R.- Yo creo que lo principal es no tener mala suerte, o sea, no tener caídas, no tener pinchazos, no tener lesiones. Esto es lo que realmente te puede cambiar el curso de la vida. Luego, la buena suerte hay que buscarla, hay que trabajarla, hay que mimarla, hay que estar allí.
P.- El próximo 1 de diciembre empiezan otra vez los entrenamientos. ¿Te asustan los primeros días?
R.- Sí, los primeros días son muy duros. Dejas esta vida de comer lo que te gusta, de estar relajado, de estar tranquilo, y empieza toda la movida, lo que puede ser el próximo Tour, y todo lo demás. Sí, los primeros días son muy duros. Te tienes que motivar y empezar a pensar en objetivos. Empiezas ya a hacer kilómetros, te duele todo, empiezas a sufrir. Ahí es donde se empieza a saber cómo va a ser la temporada. Los primeros días son los que van a marcar tu desarrollo.
P.- Además del Tour, ¿en qué otras carreras tiene previsto participar Induráin?
R.- Quiero estar en el Tour a tope. Para ello, y durante la puesta en forma, me gusta disputar cualquier carrera. Puede ser el Giro, pueden ser otras, pero todo centrado en el Tour. Y después, depende de cómo acabe el Tour, podremos hablar de los Juegos Olímpicos, del Mundial, de la Vuelta a España, del Récord de la Hora… Pero todo esto entra para mí en el Tour. Porque el Tour es la mejor carrera del mundo para mí, sin duda; la que más puede dar, pero también la que más puede quitar. EFE
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