Hace ya ¡veinte años!, desde el 25 de febrero de 2004, fui la sombra del candidato socialista José Luis Rodríguez Zapatero, elegido presidente del Gobierno de España el 14 de marzo siguiente.
Había cubierto como fotógrafo la campaña de Joaquín Almunia en 2000 y también las autonómicas de José María “Txiki” Benegas en Euskadi y de Fernando González Laxe en Galicia.
Pero ser el reportero gráfico de la campaña de ZP fue una oportunidad fantástica para percibir y sentir las inquietudes y esperanzas de la mayoría de los españoles, a los que el candidato iba atrayendo y conquistando en cada mitin, en cada encuentro.
Yo había conocido a mi paisano Zapatero en un partido de fútbol de la Cultural Leonesa en Getafe. El, ya secretario general del PSOE, encabezaba la hinchada leonesa con tal entusiasmo que yo, que había cubierto muchos Tours de Francia y Vueltas Ciclistas a España y Juegos Olímpicos, me dije: una campaña con él es mucho más emocionante, porque se trata de algo más que una competición. Si gana, como hizo, hay mucho que mejorar en calidad de vida, derechos humanos, derechos sociales, derechos ciudadanos, calidad democrática, igualdad social… Lo que prometía y lo que hizo.
Porque eso es lo que iba captando siguiéndolo las 24 horas, en sus reuniones con los ciudadanos, en los viajes en avión o autobús, siempre con sueño. O en sus encuentros con el canciller alemán Gerhard Schroeder, el presidente francés Jacques Chirac, el primer ministro británico Tony Blair o el secretario de Estado norteamericano Colin Powell. Todos viajaron a España en solidaridad tras los terribles atentados del 11-M.
Fue una experiencia inolvidable para mí acompañar a ZP, seguirlo y conseguir fotos que transmitían lo que él transmitía y yo percibía de esa simbiosis entre candidato y público. Porque de eso va la fotografía.
Pasamos momentos muy duros, en especial los atentados del 11-M. Pero también vivimos la alegría del triunfo, del premio de los ciudadanos a su campaña y su programa. La noche de la victoria les hice a Sonsoles y a él la foto con la portada de El País, que es la primera vez que la muestro.
Luego fue la jura del cargo ante los Reyes Juan Carlos y Sofía, y la entrada en el Palacio de La Moncloa, ya como presidente.
Ahora, 20 años después, este reportaje es en su homenaje y en gratitud por permitirme una oportunidad tan especial.
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