Sale el sol con mucha pereza en el municipio leonés de Sahagún entre la niebla, a dos grados, y los chopos desnudos de hojas. Ya se ven peregrinos en la ruta del Camino de Santiago cruzando el puente Canto sobre el río Cea. Acaban de salir del albergue y las monjas benedictinas del monasterio de Santa Cruz les han dado el desayuno gratis.
La Regla de San Benito, su fundador, les ordena que reciban a todos los huéspedes que lleguen al monasterio como al mismo Cristo. Y doy fe de que la cumplen. A mí me recibe la madre abadesa, sor María Anunciación Ríos, que me hace sentir como en casa desde el primer momento.
Son doce monjas de distintos países que transmiten paz, entusiasmo, respeto, alegría, humanidad, espiritualidad. Y cuando entro en el obrador donde trabajan con mimo para conseguir ingresos para el convento, percibo también un dulce y cálido olor a hogar.
Es un obrador de repostería pequeño, muy humilde, con máquinas antiguas, clásicas algún tiempo en todos los hogares de nuestro país, donde elaboran dulces con las recetas que han conservado durante siglos y productos naturales y ecológicos, básicamente huevos, azúcar, almendras, avellanas, canela, coco rallado.
Los más famosos son los amarguillos, unas pastas redondas muy energéticas con un sabor y olor peculiares. Las monjas son tan generosas que difunden su receta en la web del monasterio, pero le ponen tanto esmero y mimo a su producción que, aunque uno no se acerque a Sahagún, puede encargarlas desde cualquier lugar de España.
Sor Gabriela y sor Natividad, que son las artesanas, también hacen polvorones, mantecadas, mazapanes, hojaldres, yemas, piñonates y tartas.
El monasterio tiene también hospedería para descansar, simplemente, o buscarse un poco a uno mismo en este marco histórico, con el visible Arco de San Benito, vestigio de un convento de monjes benedictinos considerado el Cluny español.
El monasterio de Santa Cruz fue fundado en el siglo XVI y conserva en su capilla un espectacular retablo de Churriguera procedente del monasterio de Trianos y los sarcófagos del rey Alfonso VI y sus esposas Constanza, Berta, Zayda, Inés.
También hay un valioso museo con otras joyas de arte, como una custodia de Arfe o la imagen de Nuestra Señora del Refugio, patrona de Sahagún, atribuida a La Roldana, la escultora de cámara de Carlos II y Felipe V.
En fin, he visto arte, sentido historia, saboreado repostería, pero, sobre todo, agradezco la paz, la alegría, el cariño y la amabilidad que me brindaron la madre abadesa y las benedictinas del monasterio de Santa Cruz.
Mondelopress.com
Una comunidad de monjas Benedictinas muy acogedoras.
La. Madre superiora un encanto y sor Pilar una gran mujer .
Recomendable una visita y comprar amarguillos hojaldres y polvorones
Feliz Navidad
Hola Mar tu si que lo conoces bien, son un encanto.
Un saludo
mondelo
Es precioso el monasterio y sobre todo la amabilidad de las monjas y la serenidad y paz que se respira en un lugar tan sagrado
Hola Andres tienes toda la razon es una pasada visitar, conocer y comprar los amarguillos de las hermanas.
un saludo.
Mondelo