En el tranquilo pueblo de Robles de Laciana, montaña leonesa, se celebró este fin de semana la XVII edición de Encuentros Musicales auspiciados por el pintor Eduardo Arroyo, oriundo de la zona, que con ello realiza una extraordinaria labor cultural entre los vecinos de su pueblo y alrededores, incluido Villablino, el Partido Judicial que está a 4 kilómetros, generalmente labradores, agricultores y mineros. En Robles, que tiene unos 300 habitantes, pero donde estos días se juntaron más del millar de personas, todo es gratuito y se celebra fundamentalmente en un prado al que llaman “Auditorio Arroyo” donde se instala la tarima para los músicos y las sillas. A las ocho de la tarde-noche del jueves 25 volvió la música a vibrar en el aire cristalino del pueblo lacianiego con un programa creado a partir de las directrices de la gran pianista Rosa Torres-Pardo, la mantenedora imprescindible del evento. En la primera jornada la agrupación “Égloga”, formada por Rosa Miranda (soprano), Ángel Orte (flautas de pico y travesero barroco), Beatriz de la Banda (vihuela, laúd renacentista y guitarra barroca) y Sofía Alegre (vihuela de arco), interpretaron la “Cantata Clerambault” y “Tonos humanos” de José Marín. Después, Leticia Moreno y Sergio Posada (violín y piano) deleitaron a los asistentes interpretando los Preludios de Shostakovich. Y cerró el concierto la soprano Marina Pardo y Rosa Torres-Pardo al piano con “Tonadillas” de Granados y el “Amor brujo” de Falla y la intervención del tenor Enrique Viana, también acompañado por Rosa.
Para el sábado estaba prevista una charla en la iglesia románica de San Julián, del escritor chileno Jorge Edwards, pero lamentablemente se canceló a última hora, aunque habló el propio Eduardo Arroyo. Y finalmente, a las 20.00 horas en la plaza de la iglesia, se celebró el segundo concierto de los encuentros con la intervención de Miguel Baselga (piano), interpretando a Schubert y Liszt mientras que Gabriel Ureña y Alexander Kandelaky (chelo y piano) ofrecerieron sus versiones de “Requiebros”, de Cassadó, y “Mon coeur s’ouvre à ta voix”, de Saint-Saens. Clausuraron los encuentros Marina Pardo (mezzosoprano), Enrique Viana (tenor) y Rosa Torres-Pardo (piano) con la composición que titulan “Sobre Tristán e Isolda”.Un nuevo éxito homenaje a la música y a los vecinos lacianegos que se repetirá dentro de un año.
Texto: Albino Mallo Alvarez.
Fotos: Mondelopress.com
