Francisco Cano Lorenzana más conocido como “Canito”.
Tuve la suerte de compartir burladero en las plazas de toros de las Ventas, Carabanchel y San Sebastián de los Reyes en diversas ocasiones y siempre me transmitía un respeto, con una gran autoridad por todos los conocimientos que tenía del mundo taurino de tantos años. Le observabas y te daba la sensación de que ya sabía qué era lo que iba a pasar en el ruedo con los toros y toreros y con dos cámaras colgando de su cuello, no perdía ojo a nada que se moviera en el ruedo ni en la barrera.
En sus años jóvenes, quiso ser torero y de ahí le viene tanta afición, conocimientos y experiencia del mundo del toro; fue testigo durante toda una vida del mundo taurino nacional e internacional y pudo fotografiar las tardes de las más grandes figuras como Manolete, Domingo Ortega, Luis Miguel Dominguín y Pepe Luis Vázquez entre muchos y plasmar con su cámara la muerte de Manolete en Linares.
Tuve la oportunidad de tener un encuentro con él, en 13 de abril de 2013, una mañana de primavera soleada en la localidad de El Burgo de Osma, Soria, acompañando a mi amigo Carlos González Reigosa, para hacerle una entrevista por haber fotografiado al escritor y periodista estadounidense Ernest Hemingway.
Durante la entrevista me pareció ser una persona muy entrañable, con una lucidez especial y mientras recuerda tiempos muy lejanos, hasta se me olvida la razón por la cual estoy con él, porque me centro más en escuchar las historias que cuenta, que en las instantáneas que puedo conseguir. Siempre lleva una gorra blanca donde se puede leer rotulado su nombre Cano y la fecha de su nacimiento 18 de diciembre de 1912. Hay un dicho en el mundo del ciclismo que dice, que hay que escuchar las historias de las personas que ya tienen muchas patas de gallo.
Es un buen modelo para mi cámara; se apoya en las tablas de la barrera a sus 103 años, como lo hiciera el mejor de los toreros, con gran naturalidad y en el centro de la plaza con sus cámaras como trofeos, solo le falta dar la vuelta al ruedo saludando a todo la afición y salir por la puerta grande como creo que es por donde ha salido mucha veces como fotógrafo taurino y gran aficionado.
Cano fue todo un ejemplo como persona y profesional y yo le tengo una envidia sana.
Gracias Canito.
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