El 23 de febrero de 1984, minutos antes de las tres de la tarde, un grupo de los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA) asesino a tiros, en la puerta de su casa, al senador socialista Enrique Casas Vila.
El asesinato de Casas, nacido en 1943 en la provincia de Granada, casado con la alemana Bárbara Dührkop (que después fue eurodiputada del PSOE) y con cuatro hijos, fue el primero de un dirigente socialista por parte de un grupo del entorno de ETA.
La fecha del asesinato, fue exactamente tres años después del intento de golpe de estado de 1981 y tres días antes de las elecciones al Parlamento Vasco, en las que Casas encabezaba la lista de su partido por Guipúzcoa.
Casas era en el momento de su muerte senador por representación autonómica, parlamentario vasco, secretario general del PSOE de Guipúzcoa y miembro de la Junta de Seguridad del País Vasco.
Los asesinos de Casas lo relacionaron, como miembro de la Junta de Seguridad, con los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), una organización terrorista vinculada al Gobierno español que entonces encabezaba Felipe González que actuó entre1983 y 1987.
La capilla ardiente de Casas se instaló en la Diputación de Guipúzcoa y la Casa del Pueblo de San Sebastián y sus honras fúnebres reunieron a numerosos socialistas y sindicalistas.
Al funeral asistió el Gobierno socialista encabezado por Felipe González y el vicepresidente Alfonso Guerra, además de figuras políticas como el entonces lehendakari, Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza, Txiki Benegas, Ramón Rubial, Ramón Jaúregui, Enrique Múgica, Nicolás Redondo, Manuel Fraga, José Antonio Maturana, José Federico de Carvajal, Ricardo García Damborenea, Julen Elgorriaga, Virgilio Zapatero, José María Gurruchaga y decenas de dirigentes políticos.
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Chema Ortiz.
