La corona de laurel, láurea o lauréola es una corona formada por hojas de laurel, que generalmente se entregaba como recompensa a deportistas y guerreros en la antigua Grecia y en la antigua Roma, elevándolos a la categoría de dioses.
El Águila de Toledo, Federico MartÍn Bahamontes “Fede” para los amigos, es homenajeado por el ayuntamiento de Toledo y por unos cuatrocientos ciclistas y amigos en su 95 cumpleaños, del primer español en ganar la ronda ciclista del Tour de Francia en 1959. Tras una concentración ciclista que partiría del Paseo Merchán, hasta la zona del miradero, donde se encuentra la escultura del deportista toledano el Águila de Toledo, obra realizada por Javier Molina Gil y costeada por la Fundación Soliss.
El Acalde de Toledo, Carlos Velázquez encabezó la marcha ciclista en compañía de Nemesio Jiménez ex ciclista profesional entre los años 1968 y 1975 y primer toledano olímpico que participó en los Juegos Olímpicos de 1968 celebrados en México y Faustino Suárez, secretario de la Peña Ciclista Bahamontes, persona de confianza y amigo personal de “Fede”, durante toda su vida al frente de la organización de la Vuelta Ciclista a Toledo.
Finalmente, las autoridades han depositado una corona de laurel en la escultura instalada en la ciudad toledana, donde Carlos Velázquez recordó que hoy es un día muy especial, porque se sube en el Tour de Francia la cumbre de Puy de Dóme, que desde hacía 35 años no se coronaba en la ronda francesa, cumbre muy especial para el Águila de Toledo, que en esas rampas sentenció su Tour en 1959.
Este 95 aniversario de Federico Martín Bahamontes, coincide con el recién estrenado Gobierno Municipal de la ciudad toledana, queriendo lucir de gala la estatua del ciclista local con los colores de los jerseys amarillo de la general y de la montaña.
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