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Un ejército de mastines protegen del lobo a «Pastando con Lobos»

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Santa Colomba: Un bosque donde pueden convivir ovejas, lobos y un ejército de mastines que se encarga de proteger a Alberto Fernández, a su esposa Rosa González y sus tres hijos, quienes viven en una casa muy sencilla,  rodeada de robustos robles, castaños, zarzas, escobas, helechos, abedules y donde a las abejas no les falta alimento para sus colmenas, no muy lejos de la Sierra de la culebra. Son ganaderos de una explotación de un rebaño de 800 ovejas con la marca “Pastando con Lobos”

La localidad Santa Colomba tiene 45 habitantes y la torre de la iglesia de Santa Colomba, protegida por miles de robles y castaños centenarios, te dan la bienvenida.  Antes de llegar, a unos pocos kilómetros, hay un cartel que recuerda a todos los visitantes, ya sean llegados en bicicleta, coche o a pie: “Mastines los guardianes del rebaño, coexistencia con el lobo” y te aconseja que, si te encuentras con un rebaño con perros de guarda y defensa, qué debes de hacer.

Conocer a esta pareja de jóvenes quienes, contra las trabas y la poca colaboración de la administración, luchan y apuestan porque los pueblos no se queden vaciados.

Por si fuera poco, hay que convivir con los lobos, que también tienen derecho a vivir y sobrevivir en las tierras y montes que desde hace muchos siglos vienen ocupando.

Alberto es un hombre joven de 38 años que lo tiene claro.  Trabajó de técnico electricista y fontanero viajando por todo el territorio nacional, para llegar a darse cuenta que su sitio lo tiene en su pueblo con su familia y trabajar y vivir en plena naturaleza. En 2013 tomó las riendas del rebaño del que sus padres vivieron durante muchos años.

Es un placer pasar una jornada con este matrimonio de trabajadores y con su rebaño de ovejas, 17 Mastines y 4 Border Collies.  En un terreno de mucho bosque, los enormes robles y castaños de hasta 12 metros de circunferencia, llevan cientos de años siendo testigos del paso del ganado. Las extensas praderas de hierba y bosque bajo, hay que desbrozarlos a menudo para que el lobo no tenga donde esconderse y pueda atacar al rebaño por sorpresa.

No es fácil luchar contra el lobo, me cuenta Alberto, a quien no le gusta entrar en polémicas de las leyes del lobo. Tiene muy claro que es un buen animal y que tiene que tener su espacio como forma de vida; el lobo no es tan malo como lo pintan. Todo lo malo que pasa en el campo no es culpa del lobo, pues hay formas de luchar contra él. Yo lo veo de vez en cuando, me dice. A mi rebaño nunca se acerca y si lo hace, mi ejército de mastines que protege y blinda el rebaño, en cuanto le huelen, se movilizan y actúan en su defensa.

Pero sí se puede decir que yo lucho contra él, gastándome mucho dinero en cuidar mi rebaño con los corrales eléctricos y los mastines se comen una media de cuarenta kilos de pienso al día.  A mis veterinarios no les falta trabajo; tengo todas las cartillas de todos los mastines al corriente de todas las vacunas porque mi ejército vela por mi bienestar. En mis naves recojo mis 900 corderos durante todo el año y puedo ir vendiendo en los restaurantes y carnicerías de la comarca con el prestigio de mi marca “Pastando con Lobos.

Todo esto es posible, gracias a los Mastines: León, Nerón, Pistolo, Tobi, Antonio, Laura, Troski, Linda, Breta, Dulce, Lasi, Tigre, Rayo, Fiel, Nala, Ghost y Valto.

Y a los Border Collies: Rayo, Rita, Samba, Laica.

Desde el campanario de la iglesia Santa Colomba, Alberto me indica las fincas donde, por si fueran pocas las muchas complicaciones y mala colaboración de las autoridades, ahora pretenden colocar unas 400 hectáreas de placas solares en un bosque con todo tipo de arboleda. Todo con la justificación de que da muchos puestos de trabajo y así reducir el espacio de nuestros pastos que son propiedad de todos los vecinos. Un espacio más extenso que el Lago de Sanabria.

Felicito a esta familia de jóvenes que apuestan por ser felices en un entorno repleto de naturaleza, de un amor muy especial por los animales y una buena convivencia con el lobo que también tiene derecho a vivir libre y en paz.

Mondelopress.com 

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