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Hasta siempre campeón: Julio Jiménez «el relojero de Ávila»

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Se marchó para siempre mi campeón de chapas; necesito pocos minutos para recordar la figura de un Campeón como Julio Jiménez “El relojero de Ávila”.

Cuando yo era niño, jugaba a las carreras ciclistas con chapas de cervezas; el juego consistía en poner una foto de nuestros corredores favoritos pegada a la chapa y protegerla con un trozo de cristal para que tuviera más peso y fuese más efectiva.  Así competía con mi campeón “El relojero de Ávila”, e intentaba ganar a mis amigos en un circuito pintado con una piedra de cal en la carretera de mi pueblo Caboalles de Abajo, en Laciana.

Mis sueños e ilusiones se hicieron realidad, por tener el honor y la suerte gracias a mi trabajo, especializándome en el mundo del ciclismo como foto periodista de la Agencia Efe y nunca pude imaginarme que mi campeón de las chapas se convertiría en mi amigo. Disfruté de su amistad porque era todo un campeón como ciclista y mucho más, como persona.

De Julito, como le llamábamos los amigos, se ha escrito casi todo; siempre estará presente sus muchas hazañas en todas las hemerotecas del mundo del ciclismo.

Hoy en Ávila su ciudad natal, cientos de vecinos autoridades, deportistas locales y nacionales, periodistas del mundo del ciclismo y ex ciclistas Ángel Arroyo, Anastasio Greciano, Jesús Rodríguez “El Pajarito”, Juan Carlos Arribas, Laudelino Cubino, Javier Minguez (Ex Seleccionador Nacional), José Luis López Cerrón (Presidente de la Federación Española de Ciclismo) y la fabricante de bicicletas Sol Otero. No faltaron las autoridades como Jesús Manuel Sánchez Cabrera (Alcalde de Ávila) y Carlos García González (Presidente de la Diputación), le arroparon en la misa en la Sagrada Familia y en el entierro al “Relojero de Ávila”, en un acto muy emotivo donde se hizo el silencio y respeto. El féretro fue portado a hombros por amigos y familiares hasta el altar, donde se le colocó la Bandera de su Ciudad. Fue enterrado en el panteón familiar junto a sus padres Abilio y Gregoria.

Al tío Julio, siempre se le recordará como maestro de grandes campeones abulenses, como Enrique Sanchidrián, Ángel Arroyo, Jesús Hernández Úbeda, José María “Chava” Jiménez, Jesús Rodríguez “Pajarito”, Paco Mancebo, Pablo Lastras, Carlos Sastre, David Navas y Diego Rubio y la estupenda escuela ciclista de Víctor Sastre, que fundó en El Barraco.

Tío Julio, descansa en paz, pues siempre te recordaré por tu calidad humana, como un Campeón.

Mondelopress.com

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