Me llega un mensaje: Ruta motera Harley, No Hay (cojones), que entiendo como un desafío. Como la invitación es de mi amigo y compañero de salidas moteras Javier Calahorra, no tengo otra alternativa que apuntarme.
Madrid 9,30 horas. Veintitres motos Harley, veintidós pilotos, una piloto (Chus), capitana de la ruta, y una acompañante. Comienza la tercera marcha motera de Harley No Hay (cojones) de resistencia que organiza el HOG de Madrid Chapter.
Uno de los atractivos es que se desconoce el recorrido. Sólo se sabe que durará unas veintiuna horas y que se regresará a Madrid al amanecer después de recorrer unos mil kilómetros.
Los 22 moteros y la capitana comenzamos a rodar por la carretera de Barcelona. En pocos minutos llega el primer contratiempo para un compañero, su chupa y objetos personales vuelan. Muchos vehículos le pasan por encima pero resiste. No así el teléfono móvil de última generación que queda reducido a un papel aplastado
En la provincia de Guadalajara rodamos por parajes de una belleza extraordinaria, la ruta de los Pueblos Negros, y almorzamos en la localidad de Majaelrayo, en el bar El Contrabajo. Allí disfrutamos con la compañía del actor Juan Echánove, que deja constancia de lo excelente persona que es y se fotografía con nosotros.
Seguimos por el Puerto de la Quesada, pasando por el Hayedo de Pedrosa y por Riaza, para comer en Burgo de Osma. Tras la comida, un motorista y su acompañante nos abandonan y regresan a Madrid.
Los demás seguimos disfrutando del paisaje – el valle del Parque Natural del Cañón del Río Lobos- y de nuestras máquinas, que van de miedo.
En la ciudad de Soria, la capitana Chus nos comunica que por obligaciones personales debe volver a Madrid, y la acompañan otros dos moteros.
Chus, que había pilotado toda la mañana con gran responsabilidad, da el relevo al capitán y director del Charter Angel, que nos guía hacia la Rioja, por puertos espectaculares y carreteras rurales con firmes de los años 40.
El ritmo de la Ruta ha cambiado. Angel pilota con mucha seguridad y dinamismo y nos mete en Pamplona, en vísperas del Chupinazo de los sanfermines. Cenamos productos navarros, disfrutamos con su buena gente y volvemos hacia Madrid.
A la salida de Pamplona hay un control de alcoholemia de la Guardia Civil, que da negativo para todos los moteros, responsabilizados en dar buen ejemplo y no tomar alcohol en toda la ruta Harley de No Hay (cojones).
La noche es muy fría, las tormentas nos amenazan y se nota el cansancio de las veintiuna horas en moto, pero también se siente la satisfacción de haber vivido una experiencia única, con buenos compañeros y buen rollo, y disfrutando del paisaje y de unas máquinas que nos tienen cautivados.
Creo que estas Rutas Moteras Harley No Hay (Cojones) tienen mucho futuro.
Mondelopress
Me encanta! Es como si la hubiera hecho yo también. Pregunta: cuando repostáis, Invadís todos la gasolinera? Jaja
Ánimo!
Enhorabuena Mondelo por el artículo. Fue un día redondo.
Aunque roza la locura, para mí personalmente, es una experiencia fantástica.
Rodar sin destino., con el único objetivo de montar en moto con los amigos: ¿ hay algo más puro.?
Mil gracias por tus palabras.. Nos haces revivir la experiencia leyéndolas
Ya repetiremos
Un fuerte abrazo Amigo