Ana María Lupu y José Coleto saben lo que es levantarse cada día a buscarse el sustento sobre la marcha sin saber dónde acabarás durmiendo. Pero eso no es lo importante. Lo que importa es hacerlo a la par que disfrutas el momento. Ese es su quehacer diario desde que, hace ya casi mes, salieron de Granada en dirección a Galicia, en compañía de dos burros, tres perros y una tienda de campaña.
“Nuestra familia piensa que estamos locos”, se ríe José, mientras ella puntualiza: “Están orgullosos de que salgamos y exploremos, que vivamos la aventura de ser joven y aprovechar que tenemos toda ese energía, ese poder”.
Una tiene 19 años; el otro ya cumplió los 23. Él es originario de Madrid, donde desde los 16 años ha trabajado en seguros de automóvil. Ella procede de Rumanía y es gimnasta. Sus caminos se juntaron hace tres años en Órgiva, en plena Alpujarra granadina, donde vivían entonces. Luego pasaron un año en otra localidad serrana de la provincia, Lanjarón.
Fue allí donde se les despertó el afán de viajar a pie, durante una excursión a Nerja (Málaga). Descubrieron que andando “no disfrutabas tanto lo que es el destino, sino el camino, y lo disfrutabas, y te empapas de los paisajes y las gentes”. Pero el peso de la mochila resultaba disuasorio, sobre todo cuando los lugareños les obsequiaban en abundancia con frutos de su cosecha. Por eso, cuando este verano partieron “a pasar el invierno en algún sitio de la costa de Galicia”, lo hicieron en compañía de dos asnos.
Se llaman Pancita y Bastardo, hembra y macho, respectivamente. Los adquirieron en Motril (Granada), con los fondos que la familia de José le dio para que se sacara el carné de conducir, aunque él tenía otros planes.
“Me dedico a hacer seguros, sé lo que es que se te estropee el coche, que es un gasto anual bastante importante: gasolina, seguros… y aparte un montón de restricciones, multas… Y la libertad, obviamente. Un coche no lo puedes meter en todos los lados. El burro lo compras una vez, y luego son gastos de veterinarios y nada más”, explica él. “Mi idea de hacer esto es un poco romántica, porque yo, a más trabajo, más gano, obviamente. Pero a más trabajo, menos tiempo me queda para mí y para disfrutar”.
Pero además de por ventajas objetivas, la decisión de comprar dos asnos obedeció también “al romanticismo de antaño”, reconoce él. Ana María asiente: “En Rumanía sigues viendo gentes con la carroza en la calle, se siguen criando burros”. A ambos les motiva por igual “el amor a los animales y seguir con la tradición”.
Porque administrar recursos escasos es importante, pero también hay que mimar los sentimientos. Una mezcla compleja de emociones y racionalidad, que José resume con una frase de esas dignas de enmarcar: “Los burros son más baratos que un coche, y un coche no te da amor”.
Y ahí andan, como hizo el escritor Robert Louis Stevenson con una borrica por las montañas de Francia, para recibir las clases de “la escuela de la vida y conocer a la gente y su cultura”, subraya Ana María en el entorno más adecuado para hablar de asnos: las instalaciones de la Asociación para la Defensa del Borrico (ADEBO) en la localidad cordobesa de Rute. Su fundador, Pascual Rovira, les dio acogida durante unos días, junto al centenar de jumentos que allí viven.
Desde Rute, siguieron su ruta esta semana. Cada día, plantan su tienda donde la noche les sorprende, la mayoría de las veces en fincas privadas tras pedir permiso. Nadie les puso problema hasta ahora. Tienen un destino, pero no un rumbo ni un itinerario. “Vamos eligiendo poco a poco. Llegas a un pueblo y tienes todos los caminos: norte, sur, este, oeste… y luego tú ya decides”, subraya Ana María.
Gracias a su empuje juvenil y sus borricos, ambos pueden alcanzar “lugares inaccesibles en coche” y hacerlo disfrutando de “la tranquilidad. Cuando la gente va en coche, va del punto A al punto B y va lo más rápido posible, todos esos paisajes se pierden, no conoce gente… no tienes tiempo, vas a 120 por una autopista. Aquí son todos los días paisajes nuevos, y todos los días conoces a alguien nuevo”, remacha José.
Texto: Eliseo García Nieto
Fotos: Mondelopress.com