En la calle de San Rafael Nº2 en el barrio de San Mamés de la capital leonesa, se encuentra el taller y tienda “Entrecosturas Jimeno” capitaneada por Elvira Jimeno, una de mis mujeres insólitas, por su trayectoria como madre y trabajadora desde muy niña. Jugaba con sus muñecas escondiéndose en los cajones de la mesa de trabajo, un mueble muy artesano que utilizaba su padre Manuel Jimeno, en la sastrería de caballeros en la localidad de Carrizo de La Rivera.
Elvira convivió muchos años entre telas, hilos, tijeras, cintas de medir y jaboncillos, que era la forma de ganarse la vida sus padres, Manuel Jimeno y Amelia Fernández. Elvira perdería a su padre cuando era una adolescente de 12 años y completaría sus estudios en el instituto; comenzó a trabajar confeccionando prendas de punto a máquina y realizando todo tipo de prendas de vestir, aprendiendo a cortar con la revista “Burda”. Con los consejos de su madre Amelia, comenzó a especializarse en el mundo de la moda, para más tarde con 20 años trabajar y especializarse y montar una cooperativa de talleres “Teleno” en los años 93-94 haciendo corsetería.
Un tiempo después trabaja en unos talleres de arreglos de todo tipo de prendas de vestir, siendo gran conocedora del mundo de la moda y costura en la capital leonesa, se da cuenta que tiene que dar el salto a convertirse en una modista profesional e independiente.
En el año 2004 da su paso definitivo y monta su propio taller de arreglos y confección en la localidad de Carrizo, teniendo gran éxito en toda la comarca.
En estos momentos tras muchos años de una vida muy difícil, con todo tipo de dificultades profesionales, familiares y de mucho trabajo, se siente muy feliz de poder sacar adelante a sus dos hijos César y Lidia (que también ha hecho patronaje y diseño) y con quien comparte con mucha ilusión el trabajo y el espacio de un taller de costura repleto de rollos de telas con unos estampados preciosos, ciento de bobinas de hilos de colores y una docena de máquinas, sin olvidarnos de la mesa de trabajo de su padre, que preside el taller como testigo del trabajo bien hecho y esfuerzo de sus padres. Un San Patricio, vigila la salud de todos los clientes, que cada día son más, los que se ponen en esas manos de Elvira que acumulan miles de horas de trabajo y que poco a poco se van deformando por el esfuerzo y constancia de hacer una gran obra, pensando en la felicidad y necesidad de los demás.
Elvira se siente muy orgullosa de trabajar y estar al alcance de todos los bolsillos de la capital, en un barrio humilde de trabajadores y especializándose en confeccionar trajes para todo tipo de eventos como bodas, comuniones, fiestas populares, peñas de Sahagún, vestimentas para las tunas y muy especialmente, hacer los trajes para las cofradías de la capital Leonesa y los diseños de los uniformes de las bandas de música, como son: capas, manolas, durante las procesiones en Semana Santa, Casullas para sacerdotes, estolas y un gran Manto y mantillo para una virgen muy popular y así realizar los sueños de sus clientes para las celebraciones.
Elvira, es una mujer insólita que pasara a la historia como una trabajadora de una generación que lo dio todo y siempre será recordada por sus clientes cuando se miren el espejo con sus mejores trajes y grandes arreglos.
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