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La playa de Las Catedrales

La playa de Las Catedrales

Hace cuarenta años, sólo los vecinos más próximos conocían la playa de Las Catedrales (Ribadeo, Lugo), entonces llamada la playa de Aguas Santas. Hoy es uno de los espacios naturales más admirados y visitados por un turismo de masas que crece cada año, movido y conmovido por la belleza de unas figuras pétreas esculpidas por el viento, por la lluvia y por el mar. Son ya muchos los que comparan este milagro natural con las cataratas del Niágara o las del Iguazú.

Con una playa de 1500 metros de largo que aparece y desaparece según baja o sube la marea, este espacio marítimo ofrece una visión que causa verdadero asombro. Una sucesión de acantilados, cuevas, pasadizos y grandes rocas multiformes (una de ellas con firme trazo de arco catedralicio) configuran este fascinante recorrido por una playa de arena fina.

Desde el pasado 1 de julio, en la playa de Las Catedrales pueden entrar cada día 4.812 personas, según ha establecido el Gobierno gallego. Esto permitirá evitar la masificación de veranos pasados, en los que algunos días se duplicaba esa cifra, con el consiguiente deterioro ambiental y el riesgo de agobios e incomodidades para los propios visitantes.

Desde que uno baja las escaleras de acceso a la arena de la playa, es atrapado por el milagro de esta sinfonía subyugante que conjuga sonidos e imágenes marítimas. Desde ese mismo instante, deseará captar algunas de esas maravillas con su cámara fotográfica o con su móvil. Aquí está el testimonio de que esto mismo me sucedió a mí. Inevitablemente. Porque la playa de las Catedrales es toda ella una fascinación, es decir, una de las maravillas de este mundo.

Mondelopress.com

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1 comentario en «La playa de Las Catedrales»

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